La PROCUP pone segunda este martes en el clásico circuito estadounidense ubicado en el estado de California. Reconocido por sus banquinas áridas y sus difíciles curvas, analizamos el trazado de 3.602 metros de extensión que se presenta como promesa de espectáculo.

El escenario de Laguna Seca tiene un secreto para cada curva: la uno (luego de la recta principal casi curvada y en bajada), tiene dos en una y un radio continuo hacia la izquierda. Es fundamental la tracción para salir bien acelerado y zambullirse en la curva 2 y 3 (ambas a la derecha, de un sólo radio).

La curva 4 tiene varias zonas intermedias de frenaje y esto permite que cada piloto elija la mejor opción para su tránsito. La siguiente, la 5, es una invitación a visitar la banquina externa: rápida hacia la izquierda, plana, con un pequeño salto antes de tomarla, y un piano que por inercia despide a los autos. Salir airoso y rápido de este quiebre puede significar realizar una maniobra de sobrepaso en el temible sacacorcho, una “S” en bajada donde los autos quedan prácticamente en el aire y es normal ver varios despistes.

Las siguientes dos curvas también son de radios amplios, “redondas”, donde el piano y la banquina sorprende a cualquier piloto experimentado que cree tener el auto controlado. La última curva -hacia la izquierda- tiene una frenada exigente y allí se puede ver el límite de este tipo de autos (pasadas, zapateo en el tren trasero). Habrá que prestarle mucha atención a ese sector porque puede ser testigo y lugar principal de la definición de las carreras.

Luego de las victorias de Rubilar y Stefenon en Sebring, la categoría top de Simracer League sigue su viaje por Norteamérica y se muda a la costa oeste para disputar la segunda fecha de la Etapa 1. En un dibujo totalmente distinto al de la presentación de temporada, serán una incógnita los nombres que sobresalgan, aunque se espera que Rubilar, Stefenon, Gomez, Scoli y Filippa sean las puntas de lanza. La mesa está servida. ¿Quién encontrará el oasis en el desierto californiano?