El puntero del campeonato tuvo una noche para el olvido en el circuito español. Las largadas fueron el karma del chileno.

Y un día se cortó la racha positiva. Nicolás Rubilar venía de cuatro poles positions consecutivas, cuatro victorias en Sprints al hilo, y dos victorias en finales de forma contundente. El de RMS parecía que iba a tener otra de sus noches gloriosas luego de obtener el registro más rápido de la clasificación, pero en el automovilismo todo puede cambiar en un segundo.

En la largada del Sprint, Rubilar quedó casi parado en el momento del verde y fue superado por Scoli y Setefenon. Cayó a la tercera ubicación e intentó de todas formas recuperar el terreno perdido. El primer yerro lo tuvo con San Martin, y más tarde, con David Gomez, cuando forzó una maniobra por dentro con el colombiano en la curva cinco del trazado. Esto le valió un pase y siga que acató al instante. Esto le costó al chileno perder muchas posiciones y llegar en el decimocuarto puesto.

El chileno largó la final desde ese cajón de partida, con la ilusión de avanzar, a sabiendas del buen ritmo de su auto y su capacidad conductiva. Todo lo imaginado desapareció en los primeros dos metros de la largada. Bessone, que largaba delante suyo, cometió un exceso en el pique inicial, su auto se puso de costado, y tocó al de Rubilar cuando este intentaba pasarlo por el medio de la pista. Automáticamente, el 7 bravo guardó su auto en los boxes y entendió que esa no era su noche.

La largada del Sprint:

La largada de la final: