El destacado piloto del equipo Condor no podía terminar de redondear una buena noche de PROCUP pero Monza fue su renacimiento.
El cartón de Bruno Asturi estaba vacío de podios en la temporada 2024. Al destacado piloto que el año pasado fue protagonista en el CEAT le costaba redondear una noche redonda de PROCUP. Cuando la clasificación era buena, el Sprint era regular y la final era mala; o una mala clasificación desembocaba en un Sprint malo pero una final de remontada; y todas las combinaciones que se puedan armar de resultados con altibajos.
Asturi ya estaba descreído de que la suerte podía cambiarle, pero Monza lo sorprendió. Bruno tuvo una buena clasificación ya que se metió en el selecto grupo de los 8 primeros para disputar la Q2, donde finalmente fue 7º. El Sprint fue durísimo en pelotón donde estaba Bruno, pero pudo salir airoso con un sexto lugar muy trabajado.
La inversión de grilla le permitió largar tercero en la final, pero en el pique no estuvo rápido y se retrasó un par de posiciones. Otra vez el cielo se volvía a nublar y la profecía de otra noche irregular volvía a golpear la puerta. Pero el del Condor levantó la cabeza en el momento justo y empezó a sacar todo de adentro. A fuerza de ritmo, aprovechó deserciones y errores ajenos para posicionarse cuarto. A poco del final, en una linda maniobra en la chicana uno, ejecutó a Nicolas Rubilar (nada más ni nada menos que el puntero del campeonato) para ser el último escolta del podio.
A falta de dos fechas para la finalización de la Etapa 1, Asturi se ubica décimo en el campeonato, y aunque los números no le den para pelear por la punta, buscará cerrar la primera parte del año con más noches redondas como la italiana.
El piloto de Roar sumó más puntos en las últimas dos fechas que en las primeras cuatro del año de la PROCUP. Comenzó su propio pacto de buena suerte luego de la racha positiva de Rubilar.
Pacto: acuerdo entre partes donde se asumen derechos y obligaciones. ¿Cuál fue el de Manuel Scoli? Resignar puntos en la primera mitad de la Etapa 1, sufrir la mala suerte e incluso una situación inexplicable con su compañero de equipo, para luego recibir todos los premios juntos. Los números hablan por sí solos y sirven para darle contexto a esta afirmación: en las primeras cuatro fechas, el piloto de Viedma sumó 85 puntos. La cosecha fue magra, con una fecha de 0 puntos como fue la segunda en Laguna Seca (con exclusión del Sprint incluida).
Este pacto empezó a mostrar su lado positivo a partir de la quinta fecha, en Barcelona (cabe recordar que 15 días atrás perdió la posibilidad de pelear por el podio por un toque de su compañero de equipo). Manu clasificó segundo, le ganó la pulseada en la partida del Sprint a Nicolás Rubilar y ganó con tranquilidad de punta a punta. La final lo vio partir desde el octavo cajón, y el destino otra vez le mostró que estaba de su lado, porque lo que fue una mala largada, le ayudó a llegar con cierta distancia y margen para esquivar un accidente delante suyo. Dicha competencia lo vio ganar nuevamente con un ritmo infernal.
En Monza, el universo siguió pagando con intereses todo lo quitado a principio de año y Scoli ejecutó cuando lo tenía que hacer. Otra gran clasificación lo depositó en el segundo lugar, que le permitió tirunfar nuevamente en el Sprint que tuvo muchas variantes. En la final volvió a subir al podio, esta vez al segundo lugar, escoltando a Miguel San Martin, al que atacó en el epílogo de la competencia.
En estas dos últimas fechas, entonces, Manuel sumó 161 unidades, casi el doble de lo que hizo en cuatro. A falta de dos compromisos para la finalización de la Etapa 1, el de Roar se ubica en el quinto lugar de la tabla con chances matemáticas de darle pelea al chileno de RMS. Si bien se debe lamentar todo el terreno perdido, nadie le quita lo bailado en este último mes de la PROCUP.
El piloto del Simspirit triunfó en el Templo de la Velocidad luego de quedarse con la pole en el marco de la sexta fecha de la Etapa 1 de la PROCUP. Manuel Scoli fue el primer escolta y Bruno Asturi -por primera vez en el año- subió al último lugar del podio.
El martes 4 de junio será recordado en Simracer League como la primera vez en la que se vio una pista mojada. Es que iRacing adelantó los planes de la lluvia para la Porsche Cup, y el día anterior a la carrera todos se enteraron de que en Monza podía llover. Y eso sucedió en la previa de los entrenamientos con una tormenta que descargó agua sobre el asfalto del dibujo italiano y que lavó el grip. Por si eso fuera poco, también hubo cambios en los reglajes del auto, que cambió la tendencia de los mismos.
Dentro de todo este contexto, surgió la figura de Miguel San Martin. En una pista que arrancó mojada y con spray, el principal retador de Rubilar en el campeonato se quedó con la pole position. La misma fue trabajada y difícil de conseguir, porque a medida que pasaban los giros, los tiempos mejoraban. La succión que le brindó su compañero de equipo Ever Franetovich fue clave para lograr el mejor tiempo de clasificación.
El Sprint lo tuvo a “El Libertador” partiendo desde el primer cajón. A su lado lo hizo Manuel Scoli, que comenzó suluna de mielen la PROCUP luego del doble triunfo en Barcelona. La largada del de ROAR fue excelente y saltó al liderazgo de la carrera corta antes del frenaje de la chicana uno. Rubilar y Gomez hicieron lo propio desde la segunda fila, y también dieron cuenta del poleman. La carrera quedó planteada entre estos tres, con una presión incesante de Rubilar sobre Scoli, pero sin descuidarse de la amenaza latente de Gomez.
En la vuelta 3 llegó el ataque certero del chileno, cuando por afuera en la chicana superó a Scoli en una linda maniobra. Dicha situación la quiso aprovechar Gomez en la variante siguiente: los autos quedaron a la par, hubo un leve roce a la salida de Della Roggia y el del ROAR fue a la leca. Miguel San Martin, que ya estaba a la cola de ellos, ganó las dos posiciones en el río revuelto. La fiscalización de la carrera le indicó a Gomez devolver dicha posición a Scoli.
Pero el Sprint tenía preparado algo más. En la última vuelta, San Martin fue a buscar lo que era suyo contra el de RMS, pero en la chicana uno el líder se pasó y se lo llevó también de regalo al del Simspirit, que no tuvo otra opción que cortar la chicana. La punta la heredó nuevamente Scoli, que se encaminó a la victoria luego del obsequio que le hicieron sus rivales en el fragor de la lucha. El segundo lugar quedó para el de Fordzilla, Juan Manuel Gomez, y San Martin salvó las ropas con el tercer puesto.
Por la inversión de grilla, Ezequiel Monteiro (que reemplaza a Máximo Stefenon en el ROAR por prescripción médica por una quebradura en el brazo) y Nicolas Rubilar largaron en la primera fila. Monteiro picó bien, pero en el frenaje del embudo de la chicana uno, sufrió el toque de Ever Franetovich, que intentaba por fuera saltar a la punta. Monteiro quedó cruzado mirando a contramano mientras todos sus rivales intentaban esquivarlo. La carrera se estabilizó con Rubilar, San Martin y Scoli en la vanguardia mientrsa había pelea en la mitad del pelotón.
En el final de la vuelta 6, San Martin sorprendió a Rubilar al tirarse por dentro en la curva Parabólica, dio cuenta del chileno y se convirtió en el líder de la competencia. En la vuelta siguiente, tratando de seguir el ritmo que imponía San Martin, el puntero del campeonato tuvo un leve exceso en la chicana uno, que le valió un slow down. Scoli, que venía soldado, lo pasó rápidamente y con San Martin tomaron distancia del auto #7, que a partir de ese momento empezó a perder rendimiento (incluso se pasó dos veces más en Rettifilo vueltas posteriores).
La batalla por la punta quedó mano a mano entre San Martin y Scoli, cuando todavía faltaba exactamente la mitad de la carrera para ver la bandera a cuadros. La persecución llegó a su punto más álgido en la vuelta 10: el de ROAR lo intentó por dentro en la uno, pero Miguel se defendió bien. En el giro siguiente, la imagen se repitió con el del ROAR más lanzado, pero se pasó en el frenaje y perdió la estrecha diferencia que tenía. Si bien intentó nuevamente acercarse, el auto ya no era el mismo y las vueltas restantes tampoco eran las suficientes. De esta forma, tras 16 vueltas al Templo de la Velocidad, San Martin gritó victoria. Scoli y Asturi, que subió por primera vez al podio en la PROCUP, lo escoltaron.
La próxima fecha de la competitiva y difícil categoría de los Porsche Cup será en 15 días, cuando visite la variante “300” del circuito de Snetterton.
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La fecha de Barcelona fue una de las más emocionantes y cambiantes de esta naciente Etapa 1, y dejó muchos momentos para destacar.
La PROCUP completó un nuevo desafío en el circuito internacional español, en lo que fue una de las fechas más importantes, con la revancha de Scoli y el fin de la racha positiva de Rubilar.
VERDE
–Manuel Scoli: la revancha más rápida de su vida después de la caótica fecha de Road Atlanta. P2 en clasificación, una largada magnífica en el Sprint para ganarlo con comodidad. Luego, un ritmo bárbaro con un poco de suerte -que nunca viene mal- para ganar la final.
–Miguel San Martin: estuvo en el momento y en el lugar que teía que estar. Podio en el Sprint y en la final para descontarle a Rubilar. Corrió con la cabeza y no se desesperó.
–Tomás Fernandez: el debutante dejó la Touring Car Yomel y aceptó el desafío de estos difíciles autos. No desentonó, mantuvo el auto en la pista y se llevó dos top ten. Fue P9 en el Sprint y P7 en la final, en la que llegó a coquetear con el podio durante un segmento de la misma.
AMARILLO
–Jesús Colaneri: el de GPVA está dejando pasar las oportunidades de podio que le otorga la grilla invertida en la final. En Barcelona largó en primera fila y se desmoronó rápido.
–Ignacio Weinberg: puesto en amarillo cuando debería estar en verde. Una actuación sobresaliente. La victoria y el podio se esfumaron por un error propio. Espera su revancha.
ROJO
-Nicolás Rubilar: se terminó la luna de miel del chileno. Las largadas fueron el karma del piloto de RMS: en la del Sprint perdió la punta y perdió los estribos, que lo hicieron cometer errores poco habituales en él. En la de la final, un error de un colega le dañó el auto y abandonó prematuramente.
-David Gomez: el debutante de Voracious irrumpió con sorpresa en Barcelona al meterse por primera vez en la Q2. Después todo fue de mal a peor: un toque de Rubilar en el Sprint para sepultar un buen resultado y víctima indirecta -junto a Rubilar- de la mala largada de Bessone.
El piloto del Argentos estuvo a punto de coronar su mejor fecha en la PROCUP. Un sólido P6 en el Sprint, una largada fantástica en la final para ser puntero y dominar la carrera, a perder el podio por un error que le opacó la noche.
Durante las primeras fechas de la PROCUP, Gustavo Mendez se mostró como la punta de lanza del equipo comandado por Gerónimo Roldan. En la pasada de Barcelona, Nacho Weinberg ilusionó a propios y extraños con su primera victoria, luego con un podio, que se esfumó en el aire por un error. Nada de esto quita su gran desempeño y evolución en una de las categorías más difíciles de Latinoamérica. En esta nota, repasamos los tres momentos más importantes de la carrera de Weinberg que le quedarán como una espina.
Clasificó 10° a 1s.23/100 de Rubilar y avanzó hasta la sexta ubicación en un Sprint muy friccionado en su pelotón. La gran oportunidad la tuvo en la final. Desde el tercer cajón, salió como una flecha y superó por afuera a los dos que largaban desde la vanguardia, Piña y Colaneri. Allí empezó a construir lo que parecía su primera victoria ya que la disputa que había detrás suyo lo hizo escaparse a casi cuatro segundos.
La fenomenal largada de Weinberg para saltar a la punta:
La carrera tuvo un giro rotundo cuando Scoli -ganador del Sprint- superó a Franetovich y se ubicó segundo en la vuelta 6. El del Roar, que había largado octavo, tenía un ritmo ampliamente superior al del ATR, logró alcanzarlo y superarlo tres vueltas más tarde. Weinberg no ofreció resistencia en esa maniobra y pensó en asegurar al podio, teniendo en cuenta, además, que su compañero Mendez estaba tercero a casi dos segundos y medio.
El sobrepaso de Scoli a Weinberg:
La fatalidad golpeó la puerta de Weinberg dos vueltas más tarde, cuando empezó a retrasarse en el clasificador de manera sorpresiva. Cuando las cámaras lo rastrearon, el Porsche 77 estaba en la banquina del último sector del circuito español, tratando de salir de la incómoda situación. Si bien pudo retomar el ritmo de carrera, quedó retrasado en la fila india y cruzó la meta a duras penas en la novena colocación.
La salida de pista de Nacho que le costó el podio:
El puntero del campeonato tuvo una noche para el olvido en el circuito español. Las largadas fueron el karma del chileno.
Y un día se cortó la racha positiva.Nicolás Rubilar venía de cuatro poles positions consecutivas, cuatro victorias en Sprints al hilo, y dos victorias en finales de forma contundente. El de RMS parecía que iba a tener otra de sus noches gloriosas luego de obtener el registro más rápido de la clasificación, pero en el automovilismo todo puede cambiar en un segundo.
En la largada del Sprint, Rubilar quedó casi parado en el momento del verde y fue superado por Scoli y Setefenon. Cayó a la tercera ubicación e intentó de todas formas recuperar el terreno perdido. El primer yerro lo tuvo con San Martin, y más tarde, con David Gomez, cuando forzó una maniobra por dentro con el colombiano en la curva cinco del trazado. Esto le valió un pase y siga que acató al instante. Esto le costó al chileno perder muchas posiciones y llegar en el decimocuarto puesto.
El chileno largó la final desde ese cajón de partida, con la ilusión de avanzar, a sabiendas del buen ritmo de su auto y su capacidad conductiva. Todo lo imaginado desapareció en los primeros dos metros de la largada. Bessone, que largaba delante suyo, cometió un exceso en el pique inicial, su auto se puso de costado, y tocó al de Rubilar cuando este intentaba pasarlo por el medio de la pista. Automáticamente, el 7 bravo guardó su auto en los boxes y entendió que esa no era su noche.